El sábado 6 de diciembre nos reuniremos para una concentración y marcha pacífica en los barrios donde viven algunos de los multimillonarios más ricos del país. Intentan aislarse de la realidad y del sufrimiento que provocan mientras se enriquecen. Necesitan escuchar nuestra voz. Estos eventos también se llevarán a cabo en San Francisco, Los Ángeles y Silicon Valley ese mismo día. Debemos hacerles saber que si el país continúa por este camino opresivo, no podrán contar con la participación de los consumidores ni con la seguridad financiera de la que dependen. Empresas como Tesla y Target ya han empezado a darse cuenta de esto. Nuestras familias y comunidades están siendo atacadas: el gobierno federal detiene a personas en la calle sin el debido proceso y recorta servicios vitales como la asistencia alimentaria y la atención médica. Nos enfrentamos a todo esto mientras un pequeño grupo de multimillonarios poderosos y adinerados se enriquece aún más. No nos centraremos en ninguna casa en particular, sino que marcharemos pacíficamente por la comunidad con espíritu de unidad y amor, no de división y odio. El 6 de diciembre no es una acción puntual, sino el inicio de una campaña sostenida para ayudar a los multimillonarios corporativos a abrir los ojos ante el daño que están provocando.